Los alrededores donde transcurre la poesía artística son enormemente complejos.
La vida literaria no es de naturaleza poética: en ella intervienen y rigen otras naturalezas.
La poesía es el mismo núcleo ascendente del desarrollo espiritual.
Algunas conductas humanas evidencian una naturaleza poética: su enunciación vital es desde la poesía.
La vida creadora de un poeta forma parte de un tramado y un flujo psicosociales.
La plasmación poética es un proceso de abrumadora complejidad.
Las peculiaridades del arte de escribir permanecen aún veladas por intereses profundos de las ideologías artísticas.
Diversa, como la vida misma, es la expresión poética.
La fragmentariedad de nuestra existencia actual impide la expresión cosmogónica e impela a la escritura de vértebras.